Permitirme hacer un punto y seguido. Estoy en las montañas a 1200 metros de altura,
justo en las antípodas del lugar donde hicimos la travesía (antípodas en altura),
miro las montañas y me doy cuenta de la inmensidad de este mundo, de lo pequeño
que somos. Cuando miras al horizonte descubres que no somos nada, somos un
átomo en este basto planeta, hoy desde
lo alto de las montañas he tenido la misma sensación que cuando estamos en
medio del mar, mirar la grandeza de la naturaleza te hace sentir muy muy muy
muy pequeño…..quizás son pajas
mentales, pero me siento unido a este planeta, a su naturaleza. Sigo enamorado
del mar y del océano, mirarlo fijamente desde el faro de Trafalgar o desde el
malecón de Cádiz, mientras el sol desaparece engullido por sus aguas, tiene un
efecto hipnótico, ese mismo efecto tiene la luna llena iluminando estas
montañas de pizarra negra de 1200 o 2000 metros de altitud……Ale, ya he filosofado
un poco…..sigamos con lo nuestro!!!!!
Último capítulo…..Laia, Marina, Miriam y las 20 de 100.
En el cuarto avituallamiento mis brazos estaban hinchados
como globos, el cansancio pasaba factura y aunque el ritmo que habíamos llevado
de momento era bueno (3 nudos), por las corrientes favorables, empecé a notar
que tenia que aflojar si quería llegar a África, las corrientes cambiaron, no
encontraba un ritmo cómodo, no dejaba de “cagarme en la madre que parió al
neopreno de los cojones”. En este avituallamiento hablé con Carles: “ Queda’t
al meu costat, vaig molt carregat de braços, tinc l’hombro esquerra malament” ,
Carles me tranquilizo y me dijo que intentara hacer bien el rolido para
descargar el hombro. Se encargo de comunicar al resto del grupo que iba mal, me
tome otro gel para recuperar glucosa, pero esta me duraba tan solo los 15
minutos.
En ese momento es cuando el equipo funcionó. Principalmente
Carles, Eva y Fer. Al salir del avituallamiento empezaba a tirar de forma
normal, pero debía aflojar a los 10 minuto. Fer se puso a mi
derecha, Eva se puso a mi izquierda y me dijo: “posat a peus del Carles, chupa
peus, que ell trenqui l’aigua”, Carles se puso delante y empecé a chupar pies,
pero aún así no podía aguantar su ritmo, Carles al ver que se distanciaba
cambió de estilo y se hizo los siguientes 2000 metros a espalda,
yo no era muy consciente, pero cuándo levantaba la cabeza y lo veía ahí delante
me hacía sonreír . Él era el que estaba pendiente de todos nosotros, cuando hacía
falta iba hasta la cabeza del grupo para que no apretaran, aflojaba el ritmo
hasta mi para ver como me encontraba y así estuvo toda la travesía. Eva nadó
durante un rato a mi lado, pero mi ritmo lento le hacia sufrir en su estilo y
permanecer mucho tiempo a mi lado la perjudicaba, sabía que si se quedaba conmigo
sufriría como yo. Y Fer!!, no se movió de mi lado en toda la
travesía…..luego volveré con Fer.
Siguiente avituallamiento, Fer me avisa que vaya a mi zodiac
y me empuja `por debajo del agua. Mis brazos van a reventar, no puedo abrir los geles, tengo las manos tan dormidas que no puedo apretar las botellas de
avituallamiento. Carles me pregunta como estoy y yo le digo que si voy a mi
ritmo lo acabo (no tengo dudas, mi cuerpo está preparado para seguir,
aunque tenga dolores). No quiero entretenerme demasiado ya que me cuesta
arrancar, por lo que soy el primero en empezar a tirar, en seguida me siguen
todos y al acto me adelantan, excepto Carles que está a un lado y Fer al otro, saber que está a mi lado reduce
mi estrés, sabía que Carles los frenaría y Fer….
es garantía de tranquilidad…..Yo a lo mío, a intentar estirar la brazada, a
concentrarme en como coger agua, se que el brazo izquierdo no funciona, a tirar
con el derecho. Mi vista se centra en el fondo del mar, no se que profundidad
hay pero todo es de un azul marino casi negro, manchado por un plancton
amarillo de dimensiones considerables, debemos estar atravesando la segunda
carretera de buques pues el sabor a petróleo del agua es más intenso. No me
entero de lo que pasa fuera del agua, estoy centrado en mí, intento divisar
algún animal debajo nuestro (promesa que les hice a mis hijas de ponerles su
nombre a los dos primeros delfines que viera) pero no veo nada, Fer me va
haciendo señas debajo del agua; a la izquierda… miro pero no veo nada, a la
izquierda… no veo nada, ahora a la derecha….coño que ve este chico, yo no pillo
nada, me estaré perdiendo toda la fauna marina!!!!….En realidad Fer me estaba
indicando el camino, pues al respirar solo por la derecha me desviaba completamente….jajajaja!!!
De todas formas, tanta indicación y fijación en el fondo del mar me hace
descubrir un pez luna (el cual me pareció gigante, de unos 3 metros de diámetro).
(Vuelvo con Fer. Como he explicado, mi vista se reducía al
fondo del mar por lo que no veía que sucedía fuera. He colgado unas fotos en Facebook
donde podéis observarlo, se lo estaba pasando en grande,… reía,… señalaba con
los pulgares,… de espalda,… en los avituallamientos y ayudándome. Carles y Fer
son de los grandes en la natación y una suerte haber compartido esta aventura
con ellos. También Eva, Gerard e Ignasi, aunque ellos tenían que concentrarse más
en coger su ritmo y no podían estar pendientes de los detalles, ni de los demás).
Sexto avituallamiento, Fer y Carles me avisan y me empujan
hacía la zodiac…..pufff..., mis brazos. El “pixa” de la barca nos dice: “Venga
que ya solo quedan 2000 metrillos, estos ya a mariposa”, Carles: “ Vinga David
que aixó ja està fet” i yo pienso coño ya estamos, 2000 metros son 20
series de 100, esto en piscina son 30 minutos….(y una mierda). Me tomo mi gel y
empiezo a pensar venga David esto esta hecho, ya hemos llegado, la adrenalina y
los geles hacen su efecto y aunque he perdido toda la técnica, el brazo derecho
parece un hierro, me pide tirar con fuerza. Fer se pone a mi derecha, levanto
la cabeza y veo África muy cerca…pasa el tiempo…sigue pasando el tiempo y más
tiempo y las fuerzas empiezan a escasear, se que otra vez la cabeza ha de
tirar, miro el fondo del mar y no veo nada solo azul marino intenso, desde el
fondo aparecen en mi imaginación las caras de mis hijas y de mi mujer, esta por
Miriam, esta por Laia, esta por Marina, así voy dedicando cada brazada a una de
ellas, entro en trance y solo hago brazadas pensando en ellas, en el sacrificio
que han hecho para que yo pueda estar ahí en ese momento….y sigo dedicando
brazadas, a mi hermano que está en la zodiac, a mi padre, a mi hermana, a mi
amigo Agustín que me ha ayudado a prepararme en todos los entrenos, a mi madre,
a mi entrenador, a Carles el Brut, etc, etc….Así tiraba brazadas, como más
flaqueaban las fuerzas más intensa se hacía la imagen de mis hijas y mi mujer,
empecé a tener conciencia del tiempo ya que me faltaba líquido…..¿y el
avituallamiento?,…. y su PUTA MADRE CON LAS 20 DE 100!!! Si tendríamos que
haber llegado hace rato y estamos en el mismo punto (una corriente nos impedía
avanzar, nuestra velocidad se había reducido a 0,5 nudos). De repente Fer me
avisa, levanto la cabeza pensando que paramos para el avituallamiento, no es
así veo a Carles delante gritando; VAMOS, VAMOS, NO PARAMOS, VAMOS!!!!. Resignación y pa adelante, se que el dolor de
mis brazos no es nada en comparación al dolor de un abandono, demasiados
sacrificios para no terminar, esto lo acabo y lo acabo!!!!, Fer me indica que
gire, el barco guía gira a la izquierda para llevarnos con la corriente a otro
punto…empiezo a ver las sombras de las rocas del fondo, se intuyen los colores
más claros de la arena, los brazos empiezan a tirar con más fuerza, el fondo es
nítido, ya estamos…YA LLEGAMOS…..VEO EL FONDO!
Una inmensa sensación de felicidad y orgullo me invade, veo al resto del
grupo delante de mí, allí están todos (Ignasi, Gerard, Eva, Carles y Fer)
esperándome para juntar las manos y tocar África……llega el momento, JUNTAMOS
LAS MANOS Y TOCAMOS AFRICA….SI….AFRICA!!!. Me quedo cogido a la roca y no me lo
pudo creer, lo que he sufrido…..pero tocar ha sido una sensación de
satisfacción y alegría que pocas veces he sentido en mi vida. Quizás el
sufrimiento me permitió saborear más el logro.
Fotos de rigor y vuelta al barco, en esos momentos todo
florece y no puedo evitar llorar como un niño, me abrazo a Carles y lloro, no
son lágrimas de tristeza, son lágrimas de felicidad, de
satisfacción…IMPRESIONANTE, INOLVIDABLE.
GRACIAS FER, GRACIAS CARLES, GRACIAS EVA, GRACIAS GERARD,
GRACIAS IGNASI. UNA AVENTURA PARA TODA LA VIDA.
Subscribo la frase de Carles: “ Vine con unos compañeros de
travesía y vuelvo con unos buenos amigos”.
A todos aquellos que amais la natación en aguas abiertas, por poco que podais, cruzar el Estrecho....es una sensación que engancha, ....seguramente algún día volveré.