jueves, 9 de agosto de 2012

Ultim capítol...Laia, Marina, Miriam y les 20 de 100



Permitirme hacer un punto y seguido. Estoy en las montañas a 1200 metros de altura, justo en las antípodas del lugar donde hicimos la travesía (antípodas en altura), miro las montañas y me doy cuenta de la inmensidad de este mundo, de lo pequeño que somos. Cuando miras al horizonte descubres que no somos nada, somos un átomo en  este basto planeta, hoy desde lo alto de las montañas he tenido la misma sensación que cuando estamos en medio del mar, mirar la grandeza de la naturaleza te hace sentir muy muy muy muy pequeño…..quizás son pajas mentales, pero me siento unido a este planeta, a su naturaleza. Sigo enamorado del mar y del océano, mirarlo fijamente desde el faro de Trafalgar o desde el malecón de Cádiz, mientras el sol desaparece engullido por sus aguas, tiene un efecto hipnótico, ese mismo efecto tiene la luna llena iluminando estas montañas de pizarra negra de 1200 o 2000 metros de altitud……Ale, ya he filosofado un poco…..sigamos con lo nuestro!!!!!




Último capítulo…..Laia, Marina, Miriam y las 20 de 100.

En el cuarto avituallamiento mis brazos estaban hinchados como globos, el cansancio pasaba factura y aunque el ritmo que habíamos llevado de momento era bueno (3 nudos), por las corrientes favorables, empecé a notar que tenia que aflojar si quería llegar a África, las corrientes cambiaron, no encontraba un ritmo cómodo, no dejaba de “cagarme en la madre que parió al neopreno de los cojones”. En este avituallamiento hablé con Carles: “ Queda’t al meu costat, vaig molt carregat de braços, tinc l’hombro esquerra malament” , Carles me tranquilizo y me dijo que intentara hacer bien el rolido para descargar el hombro. Se encargo de comunicar al resto del grupo que iba mal, me tome otro gel para recuperar glucosa, pero esta me duraba tan solo los 15 minutos.

En ese momento es cuando el equipo funcionó. Principalmente Carles, Eva y Fer. Al salir del avituallamiento empezaba a tirar de forma normal, pero debía aflojar a los 10 minuto. Fer se puso a mi derecha, Eva se puso a mi izquierda y me dijo: “posat a peus del Carles, chupa peus, que ell trenqui l’aigua”, Carles se puso delante y empecé a chupar pies, pero aún así no podía aguantar su ritmo, Carles al ver que se distanciaba cambió de estilo y se hizo los siguientes 2000 metros a espalda, yo no era muy consciente, pero cuándo levantaba la cabeza y lo veía ahí delante me hacía sonreír . Él era el que estaba pendiente de todos nosotros, cuando hacía falta iba hasta la cabeza del grupo para que no apretaran, aflojaba el ritmo hasta mi para ver como me encontraba y así estuvo toda la travesía. Eva nadó durante un rato a mi lado, pero mi ritmo lento le hacia sufrir en su estilo y permanecer mucho tiempo a mi lado la perjudicaba, sabía que si se quedaba conmigo sufriría como yo.  Y Fer!!,  no se movió de mi lado en toda la travesía…..luego volveré con Fer.

Siguiente avituallamiento, Fer me avisa que vaya a mi zodiac y me empuja `por debajo del agua. Mis brazos van a reventar, no puedo abrir los geles, tengo las manos tan dormidas que no puedo apretar las botellas de avituallamiento. Carles me pregunta como estoy y yo le digo que si voy a mi ritmo lo acabo (no tengo dudas, mi cuerpo está preparado para seguir, aunque tenga dolores). No quiero entretenerme demasiado ya que me cuesta arrancar, por lo que soy el primero en empezar a tirar, en seguida me siguen todos y al acto me adelantan, excepto Carles que está a un lado y  Fer al otro, saber que está a mi lado reduce mi estrés, sabía que Carles los frenaría y Fer…. es garantía de tranquilidad…..Yo a lo mío, a intentar estirar la brazada, a concentrarme en como coger agua, se que el brazo izquierdo no funciona, a tirar con el derecho. Mi vista se centra en el fondo del mar, no se que profundidad hay pero todo es de un azul marino casi negro, manchado por un plancton amarillo de dimensiones considerables, debemos estar atravesando la segunda carretera de buques pues el sabor a petróleo del agua es más intenso. No me entero de lo que pasa fuera del agua, estoy centrado en mí, intento divisar algún animal debajo nuestro (promesa que les hice a mis hijas de ponerles su nombre a los dos primeros delfines que viera) pero no veo nada, Fer me va haciendo señas debajo del agua; a la izquierda… miro pero no veo nada, a la izquierda… no veo nada, ahora a la derecha….coño que ve este chico, yo no pillo nada, me estaré perdiendo toda la fauna marina!!!!….En realidad Fer me estaba indicando el camino, pues al respirar solo por la derecha me desviaba completamente….jajajaja!!! De todas formas, tanta indicación y fijación en el fondo del mar me hace descubrir un pez luna (el cual me pareció gigante, de unos 3 metros de diámetro).

(Vuelvo con Fer. Como he explicado, mi vista se reducía al fondo del mar por lo que no veía que sucedía fuera. He colgado unas fotos en Facebook donde podéis observarlo, se lo estaba pasando en grande,… reía,… señalaba con los pulgares,… de espalda,… en los avituallamientos y ayudándome. Carles y Fer son de los grandes en la natación y una suerte haber compartido esta aventura con ellos. También Eva, Gerard e Ignasi, aunque ellos tenían que concentrarse más en coger su ritmo y no podían estar pendientes de los detalles, ni de los demás).

Sexto avituallamiento, Fer y Carles me avisan y me empujan hacía la zodiac…..pufff..., mis brazos. El “pixa” de la barca nos dice: “Venga que ya solo quedan 2000 metrillos, estos ya a mariposa”, Carles: “ Vinga David que aixó ja està fet” i yo pienso coño ya estamos, 2000 metros son 20 series de 100, esto en piscina son 30 minutos….(y una mierda). Me tomo mi gel y empiezo a pensar venga David esto esta hecho, ya hemos llegado, la adrenalina y los geles hacen su efecto y aunque he perdido toda la técnica, el brazo derecho parece un hierro, me pide tirar con fuerza. Fer se pone a mi derecha, levanto la cabeza y veo África muy cerca…pasa el tiempo…sigue pasando el tiempo y más tiempo y las fuerzas empiezan a escasear, se que otra vez la cabeza ha de tirar, miro el fondo del mar y no veo nada solo azul marino intenso, desde el fondo aparecen en mi imaginación las caras de mis hijas y de mi mujer, esta por Miriam, esta por Laia, esta por Marina, así voy dedicando cada brazada a una de ellas, entro en trance y solo hago brazadas pensando en ellas, en el sacrificio que han hecho para que yo pueda estar ahí en ese momento….y sigo dedicando brazadas, a mi hermano que está en la zodiac, a mi padre, a mi hermana, a mi amigo Agustín que me ha ayudado a prepararme en todos los entrenos, a mi madre, a mi entrenador, a Carles el Brut, etc, etc….Así tiraba brazadas, como más flaqueaban las fuerzas más intensa se hacía la imagen de mis hijas y mi mujer, empecé a tener conciencia del tiempo ya que me faltaba líquido…..¿y el avituallamiento?,…. y su PUTA MADRE CON LAS 20 DE 100!!! Si tendríamos que haber llegado hace rato y estamos en el mismo punto (una corriente nos impedía avanzar, nuestra velocidad se había reducido a 0,5 nudos). De repente Fer me avisa, levanto la cabeza pensando que paramos para el avituallamiento, no es así veo a Carles delante gritando; VAMOS, VAMOS, NO PARAMOS, VAMOS!!!!.  Resignación y pa adelante, se que el dolor de mis brazos no es nada en comparación al dolor de un abandono, demasiados sacrificios para no terminar, esto lo acabo y lo acabo!!!!, Fer me indica que gire, el barco guía gira a la izquierda para llevarnos con la corriente a otro punto…empiezo a ver las sombras de las rocas del fondo, se intuyen los colores más claros de la arena, los brazos empiezan a tirar con más fuerza, el fondo es nítido, ya estamos…YA LLEGAMOS…..VEO EL FONDO!  Una inmensa sensación de felicidad y orgullo me invade, veo al resto del grupo delante de mí, allí están todos (Ignasi, Gerard, Eva, Carles y Fer) esperándome para juntar las manos y tocar África……llega el momento, JUNTAMOS LAS MANOS Y TOCAMOS AFRICA….SI….AFRICA!!!. Me quedo cogido a la roca y no me lo pudo creer, lo que he sufrido…..pero tocar ha sido una sensación de satisfacción y alegría que pocas veces he sentido en mi vida. Quizás el sufrimiento me permitió saborear más el logro.
 
Fotos de rigor y vuelta al barco, en esos momentos todo florece y no puedo evitar llorar como un niño, me abrazo a Carles y lloro, no son lágrimas de tristeza, son lágrimas de felicidad, de satisfacción…IMPRESIONANTE, INOLVIDABLE.

GRACIAS FER, GRACIAS CARLES, GRACIAS EVA, GRACIAS GERARD, GRACIAS IGNASI. UNA AVENTURA PARA TODA LA VIDA.

Subscribo la frase de Carles: “ Vine con unos compañeros de travesía y vuelvo con unos buenos amigos”.

A todos aquellos que amais la natación en aguas abiertas, por poco que podais, cruzar el Estrecho....es una sensación que engancha, ....seguramente algún día volveré.